La Calle Décima es una de las vías más antiguas y transitadas del centro de Bogotá, conectando zonas residenciales populares con áreas comerciales e industriales. A lo largo de su recorrido, combina fachadas de arquitectura tradicional y edificios de varias décadas con locales de comercio minorista, bodegas, talleres y señalética variada. Su atmósfera densa, con tráfico constante, vendedores ambulantes y un entorno urbano con huella del tiempo, la hace ideal para recrear barrios históricos o escenas con un carácter urbano intenso.